Lupa en mano y cámara en ristre, paseando por lo mejor y lo peor de la ciudad
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viernes, 3 de agosto de 2012

Belleza con forma de árbol

Entre los rasgos que caracterizan a Santa Cruz de Tenerife destaca, para mí, el de la vegetación. Una vegetación diversa y frondosa que encontramos por todas partes: jardines públicos y privados, parques, ramblas, aceras... No andan muy lejos los días en que muchas de nuestras calles se vieron forradas por una alfombra de color malva, tejida por las flores que se desprendían de los efímeros y espectaculares jacarandás tan frecuentes en nuestra ciudad. Enredaderas con explosión de colores en una gran variedad de buganvillas, plantas autóctonas, flores de todo tipo y tamaño, aunque el verano no es muy propicio para estas últimas. Sin embargo, en esta extraña estación que nos está tocando vivir, podemos contemplar la belleza que poseen varios ejemplares de árboles, que se encuentran en determinadas zonas de esta capital y que poseen ese distintivo floral que ha hecho que me fijara en ellos. No soy especialista en el tema y eso hace que ignore el nombre y las características de casi todos, por lo que sólo ha sido el punto de vista estético el que me ha movido a hacerles partícipes de estos descubrimientos visuales. 
Lo que llama la atención de ellos es su singularidad. Es descubrirlos entre la monotonía verde, propia del estío, lo que les hace más especiales. El rey, por excelencia, es el flamboyán o flamboyano, omnipresente, no sólo en esta ciudad, sino a lo largo y ancho de nuestras islas. Esas flameantes sombrillas naturales, de amplísimo diámetro y exuberantes flores rojo-naranja, las encontramos por todas partes. Donde quiera que vayamos nos reciben, nos saludan, nos acompañan y nos protegen de la radiación solar, por cualquier camino que recorramos. Tanto podemos encontrarlo en solitario, adornando, por ejemplo, un aparcamiento de las afueras como alineado a otros muchos de la especie, en una de las filas de estacionamiento de la playa de Las Teresitas. Es un árbol muy familiar para cualquier santacrucero y, desde pequeños, aprendemos su afrancesado nombre. No me ocurre lo mismo con otras muestras bellísimas que, a diario, suelo encontrar en mis recorridos urbanos y de los que no tengo la suerte de saber cómo se llaman. Sin duda, más de uno de los amables lectores que tienen a bien visitar este blog, estarán capacitados para identificarlos y, desde aquí, les invito a que nos ilustren sobre todo aquello que puedan saber de estos árboles que nos alegran la vista.

Como información complementaria a las imágenes que publico, decir que para localizarlos tendrían que visitar la playa de Las Teresitas, donde además de la exultante línea de flamboyanes encontrarían, cerca de la construcción de la Cruz Roja y casi desapercibido entre las uvas de mar que jalonan el recorrido de los vehículos, un único ejemplar que muestra una tenue y delicada floración rosiblanca, a punto de desaparecer por las embestidas de los alisios tan típicos del verano y de aquel lugar. También tendrían que pasear por la calle de José Víctor Domínguez, en la trasera de la Clínica San Juan de Dios, y por la Avenida de los Príncipes de España, en la zona de Ofra, para admirar unas peculiares flores en matices claros y oscuros del rosa magenta, que surgen directamente de las ramas del árbol que las sostiene y en las que no hay hoja verde alguna. Sin salir de este populoso distrito, pueden acercarse a la de Elías Bacallado, para maravillarse con dos estilizados y poco frondosos ejemplares que captan la atención de cualquiera por el intenso color rojo cadmio, de sus menudas floraciones. Por último, podrían disfrutar con dos o tres más en la calle de Eladio Roca Salazar, muy cerca del Instituto de Enseñanza Secundaria Las Indias. Quizá, éstos pudieran ser hermanos del único existente en Las Teresitas, pero mostrando, en esta ocasión, flores rojas que semejan una fina gasa de ese tono tan cálido, que sólo cubre partes de follaje verde.
Como ven, esta especie de primavera tardía nos está permitiendo que, de momento, nos extasiemos con la visión de estas maravillas con forma de árboles. Si el verano al que estamos acostumbrados por estas latitudes capitalinas, apareciera, es muy posible que lo que hoy les he mostrado, esconda su aspecto actual y esos distintivos cromáticos que surgen radiantes, entre el verdor generalizado de nuestros parques y jardines, formen parte de ese ejército verde y lleguen a pasar desapercibidos hasta el próximo año. Por si esto ocurre, les aconsejo que, en cuanto les sea posible, admiren estos bellísimos ejemplares y disfruten con su visión.

(Esta crónica fue publicada, en loquepasaentenerife.com, el 13 de Agosto del pasado año. Hoy, casi doce meses después, muchos de los árboles descritos y ubicados se mantienen con el mismo aspecto, a pesar de que este verano esté siendo más seco y caluroso que el de entonces).

2 comentarios:

  1. http://arboles-con-alma.blogspot.com.es/2014/07/arbol-botella-rosa-brachychiton-discolor.html?m=1

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  2. http://arboles-con-alma.blogspot.com.es/2014/07/arbol-botella-rosa-brachychiton-discolor.html?m=1

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