Lupa en mano y cámara en ristre, paseando por lo mejor y lo peor de la ciudad
Powered By Blogger

miércoles, 13 de marzo de 2013

Fachadas con grado de excelencia

Con este post, deseo iniciar una pequeña serie dedicada a los elementos que conforman cualquier volumen construido para ser habitado. Pretendo pasar, del todo, a las partes. El primero, ya queda cubierto con las entregas destinadas a los que considero más edificios que adefesios o a las casas curiosas que existen en la ciudad y que han sido, en la mayoría de los casos, construcciones aisladas o exentas. Las segundas abren un abanico pormenorizado de todo lo que forma parte de ellas, aunque ya hubo algún adelanto con el de los balcones, a los cuales destaqué como el más interesante de los componentes de un edificio. Ahora le toca a las fachadas y, en particular, a las de casas que no son exentas, que forman parte de una hilera de edificaciones y que, a su vez, configuran las calles, avenidas o paseos. 

Cuando describimos a una persona con buen y cuidado aspecto, solemos decir de ella que tiene "buena fachada". Lo mismo puede ocurrir cuando descubrimos y contemplamos edificaciones que por lo mismo, por la fachada, nos resultan atractivos. Por definición, este término, en su acepción arquitectónica, se aplica al paramento externo de una casa o un edificio que, además, suele ser el más importante, el que reúne los elementos más interesantes y que más los definen e identifican. 

Santa Cruz, como muchas ciudades de este archipiélago o de cualquier otro rincón del mundo, posee construcciones cuyas fachadas llegan a ser distinguidas, curiosas, originales o llamativas y, como siempre, vuelvo a hacer uso de mi punto de vista personal, o gusto estético, (como ustedes deseen considerarlo) y traigo a esta entrada unos cuantos ejemplos, diseminados por el mapa capitalino, de lo que considero una fachada con calidad. También, como siempre, los únicos criterios de elección han sido el de la armonía en las líneas y el color, y el de su buen estado de conservación. Cuando proceda, haré algún comentario que justifique el porqué de su selección, además del lugar en que se encuentran para ayudar a ubicarlas. El refuerzo de las imágenes servirá para apreciarlas con detalle, aunque en algunas ha sido complicado obtener la fotografía correspondiente porque están cubiertas, en alguna medida, por la presencia de árboles, farolas, señales de circulación vial, rótulos, vallas publicitarias o cualquier otro impedimento que obstaculiza la consecución de la foto. 

Las más insólitas suelen estar en las vías más estrechas e insospechadas, mientras que las más eclécticas pertenecen a lo que puede considerarse el núcleo más céntrico de la capital, con calles más anchas e iluminadas. La zona más baja ofrece las más antiguas, pero no por ello, peor conservadas. Muchas pertenecen a edificaciones que ya no están habitadas y que se han puesto a la venta, aunque todavía el paso del tiempo no las ha perjudicado. En las de construcción más reciente, no abundan fachadas de interés, quizá porque lo que prima sea despersonalizar y economizar, al máximo, el exterior de los edificios. 

Las estructuras van desde las simétricas absolutas (Costa y Grijalba, 3; Castillo, 25 y 38;  Imeldo Serís, 57 y 73; Zurbarán, 21), pasando por las que lo son en cualquiera de sus plantas, salvo en la baja (Jesús y María, 7; Rbla.Pulido esq. Álvarez de Lugo), hasta las que responden a una asimetría total (Afilarmónica Nifú Nifá, 4). Algunas se presentan con abundancia de balcones, mientras que otras distribuyen sus huecos en torno a una sola balconada. Las más modernas incorporan nuevas texturas, gracias a la oferta de hormigones de grano y color muy diversos. Más de una, de las más antiguas, es sólo la carta de presentación que se apoya en un edificio moderno levantado detrás de ella, porque la ley así lo estipula al ser catalogada de bien cultural que no puede desaparecer (Imeldo Serís, 57). 

Antes de acabar, quiero hacer una mención especial a una fachada muy peculiar, que se encuentra en el número 64 de la calle Serrano, y que he elegido por las pinturas, a modo de grafittis, que la decoran. Está llena de símbolos alusivos a lo canario y con una expresión plástica influenciada por el surrealismo de Óscar Domínguez. Debe ser un lugar para actividades culturales alternativas de toda índole, por lo que se anuncia en una especie de programa de actuaciones colgado junto a la puerta de acceso: talleres artísticos, exposiciones, actuaciones musicales, deportivas, etc. 

Benavides, María Cristina, Serrano, Rambla de Pulido, Imeldo Serís, Manuel Verdugo, Pintor Ribera, Buenaventura Bonnet, Castillo y otras muchas vías santacruceras, nos ofrecen interesantes muestras de estos paramentos frontales que, quizá, nunca pasen a formar parte de un catálogo oficial y bendecido por la comisión de turno, pero que poseen el encanto de dar sentido a los paseos que emprendamos por esas y otras calles, admirando y disfrutando las cualidades que esas fachadas ofrecen a nuestros ojos y a nuestros espíritus. Son una buena razón para que salgamos y nos encontremos con ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario